Tiempos para silenciarse y escuchar,
la vida habla,
tiempos para soltar la forma
 y
 entregarse al momento,
tiempos para conectar con la inocente improvisación,
donde te recreas y fluyes,
donde juegas,
donde te vives en libertad.
Tiempos para Ser.
Los niños,
 grandes Corazones
 en pequeños cuerpos maestros.
Los que acompañan,
grandes maestros de ceremonia
sosteniendo el juego de vivir
que los niños llevan dentro.
Permitirse explorarse ahí,
soltando la seguridad de la forma
que se respira incómoda,
y dejarse Ser,
entregarse al niño
que llevamos dentro.
Para eso estamos ahí,
a su lado,
para eso hemos creado estos espacios de juego,
recordar
 al niño olvidado
que llevamos dentro,
que se exprese en libertad
desde el sostén del adulto que ahora somos.
Sentirse libre de dinamitarlo todo,
de reír, jugar, bailar, correr, saltar,
soñar despierto, explorar.
 Alegría de Vivir.
Generar espacios para Ser,
Siendo.
Generar espacios de Libertad
sintiéndonos libres.
El Amor está ahí,
en las
pequeñas cosas.