Sembrando tu tierrita adentro,
explorando tus rincones escondidos,
emerge orgánicamente
en su tiempo
y a su tempo,
el amor con el que un día fuiste
engendrada para Ser.
El poder de lo femenino,
vulnerable, sensible, intuitivo,
y olvidado…….
deja que se eleve hacia el pecho,
que suavice, refine, perdone,
endulce,
la amargura de tanto dolor
que ya no encuentra refugio
en los sagrados cuerpos
habitados por la dicha.
Deja que salga,
deja que Sea,
deja brotar lo masculino en flor.