Mi niña interior es una gran Maestra, estos días está muy presente, hemos preparado juntas el módulo 4 del curso de escritura canalizada, claro, no podía ser de otra manera, en este módulo canalizamos a la niñ@.

Fue tan bonito encontrarnos !! os confieso que llevaba un tiempito sin hablar con ella y fue maravilloso.

Te invito a ti a que en este instante pares un momento, cierres tus ojos y conectes que tu niñ@, cómo está? Feliz y juguetona? Quizás triste y/o enfadad@, aislad@? Quizás precisa de tu atención? Deja que se exprese, matérnal@, patérnal@. Escribe, toma nota de ello.

Cómo os decía, juntas preparamos este módulo, imagínense lo especial que ha sido para mi. Ella me dijo que los adultos hablamos mucho y jugamos muy poco.

Mi niña me trae la Esencia de lo que soy, esa energía que siempre está, que nunca cambia aún con el paso de los años, me la entrega desde su mirada inocente, juguetona, auténtica.

El entrar en comunicación con tu niñ@ te acerca a recordar tu origen divino porque esta niñ@, recién acaba de llegar de allí y está menos contaminad@ que el adulto que ahora somos.

Hoy, mi niña, ha venido con un nuevo mensaje que quiero compartir con vosotr@s:

Es difícil para un niñ@ comprender el mundo adulto, por un lado nos parecéis súper poderos@s y sois sumamente importantes en nuestr@s vidas, pero hay otra cara que desordena nuestra psique, que son las incoherencias que nos invitan a la fragmentación.

Venimos de la Unidad, venimos de Ser Uno con Todo y esta fragmentación no nos es fácil. Tan dolorosa es la falta de amor como la fragmentación porque en definitiva es separarse de la unidad y la unidad no es más que AmoR.

Desde ese lugar donde tod@s somos Uno, no hay “peros” ni “porqués”, las cosas son, y ya está.

La unidad, la coherencia, lo que siento, lo que hago y lo que digo en unidad, se asienta en nuestros cuerpos haciendo clock, cada cosita en su lugar en un orden que genera paz y descanso en nosotr@s.

Parece díficil pero es de una simpleza abrumadora”.