Viene el viento a llevarse mi aliento de liberación.
Son muchas las almas responsabilizándose de su libertad y muchas las manos al frente marcando un límite, cuidando de la vida.
Hay circunstancias que se pueden torear y otras que requieren del amor de un muro infranqueable.
La única autoridad que encuentro válida es mi verdad envuelta en sedas después de una parada honesta que desenmaraña los miedos y creencias comunes e intrínsecas a mi ser humanidad y a mi niña huérfana.
No necesito que venga un lobo hambriento de poder disfrazado de cordero a contarme como se hace, si quiero una autoridad o un maestro lo pido, mientras tanto la autoridad y la maestra soy yo.
Cuido de mi y de mis hijxs y honrada me siento cuando tú también quieres de mi abrazo.
Doy un paso al frente ganando libertad y asumiendo responsabilidad.
Un paso hacia la autosuficiencia, hacia la emancipación de un sistema, de un padre moribundo que se resiste a su muerte mientras sus hijxs tenemos la oportunidad de sanar heridas para dejarle partir asumiendo la responsabilidad completa de nuestras vidas.