Me atrevo a decir, y no por osadía, sino por haberlo sentido en mis propias carnes, que la historia de la humanidad, está cargada de carencias y miserias, nadie, absolutamente nadie es miserable porque sí, esta actitud tiene un principio de miseria en la que se basa, quizás por eso, hemos confundido la abundancia con el poder económico……disponer de efectivo te puede resolver algunas cosas, es obvio, más no te exime del sentimiento de carencia.

Miserables porque cargamos miserias sin resolver, carentes de afecto, primera de las carencias en nuestros primeros años de vida, y nuestro nacimiento? cómo nacemos? (este es un tema que trataré con profundidad en otro post) más cabe decir, que es un punto clave como principio de esta experiencia de vida en la tierra.

Por supuesto no se trata de culpar a nadie, y menos a nuestros padres que nos dieron la vida, ellos hicieron lo que pudieron, daban amor de otras formas, quitándonos el hambre o dándonos todo aquello que ellos no pudieron tener, y cumplieron con la parte que les tocaba, de eso no tengo la menor duda.

Más ahora es otro momento y ahora Si, ahora nos toca a nosotros dar amor, sin más condición que el simple acto de estar presente y amar.………

La humanidad se dirige inminentemente hacia una muerte segura de todas aquellas estructuras construidas desde el miedo, el dolor, la miseria, las carencias, el sufrimiento, para resurgir entre sus propias cenizas que nutrirán la tierra siempre fértil con propósitos de vida más elevados y conscientes.

Hoy por hoy aún hay muchas resistencias a enfrentarse con humildad, valor, mucho amor y paciencia, a toda esta mentira.

 Nadie dijo que iba a ser fácil, desterrar de esta tierra fértil la larga historia de una humanidad mal entendida, no son dos días. Quizás sólo unos pocos valientes se atreven a romperse en pedazos una y mil veces, se atreven a morir una y mil veces para ir abriendo camino nuevo, y digo abriendo camino porque hace ya un tiempo que viene llegando un batallón de seres luminosos con una clara misión de traer el Cielo aquí en la Tierra, sólo hay que tratar con niños para verlo, y esta es nuestra misión, abrir camino nuevo, crear puentes hacia el cambio, y estos caminos, estos puentes, estas nuevas simientes, no están fuera sino dentro de cada uno de nosotros.

Personalmente, mi único deseo es sembrar la Tierra de lo que he venido a dar, atendiendo con honestidad y coherencia la voz de la vida en mi interior.

Tiempos para pisadas lentas pero firmes, con raíces que nutran plantas floridas, tiempos para alimentos nutritivos e inspiradores para el alma, tiempos para la vuelta a casa, para soltarlo todo, para florecer, para regalar maravilla a la maravilla que es la Vida.

Sembrando tu tierrita adentro,
explorando tus rincones escondidos,
emerge orgánicamente
en su tiempo
y a su tiempo,
el amor con el que un día fuiste
engendrada para Ser.
El poder de lo femenino,
vulnerable, sensible, intuitivo,
y olvidado…….
deja que se eleve hacia el pecho, 
que suavice, refine, perdone,
endulce,
la amargura de tanto dolor
que ya no encuentra refugio
en los sagrados cuerpos 
 habitados por la dicha.
Deja que salga,
deja que Sea,
deja que caiga la amargura
de lo amargo.

En qué momento se nos robó a hombres y mujeres el privilegio de lo femenino?

Hay un mapa escrito en cada uno de nuestros cuerpos que nos indica el camino a seguir para ser parte activa de un perdón que sana toda esta historia inconsciente.

VIVIR ES SENTIR, SENTIR ES ESTAR VIVO.