Nos damos y les damos a nuestros hijos, pareja o seres queridos licencia para “errores”?
Hay una creencia más que hecha que dice así:
-Hay errores que se pagan muy caros-
Esos supuestos “errores” sólo son avisos de la vida, si no escuchamos, los avisos son más contundentes y con mayores consecuencias para seguir apoyando nuestra evolución, son avisos generativos.
Si la vida nos da uno de esos toques para aprender, para qué tengo que estar escuchando al otro su bronca cuando la experiencia en si misma es suficiente?
hasta cuando seguir con estas viejas formas de amor condicionado?
Quizás, en este momento donde la vida te da un toque, ahí es cuando más amor y apoyo necesitas del otro.
Pues viene siendo al revés, así nos han educado.
Quizás, si ahondamos un poquito más, hay un pequeño herido dentro de nosotros que sólo necesitaba sostén para esos momentos.
Momentos, en los que ni siquiera da para hacerse responsable de lo ocurrido, sino para vivirse en el miedo ante la respuesta de tus progenitores, de tu pareja, hermanos, jefe…….. por el “supuesto error”.
Quizás nos quedamos enganchados en el sentimiento de culpa ante la respuesta del otro, dejando de atender al hecho en si mismo llenito de oportunidad para aprender.
Cómo hacemos de un niño un adulto responsable, si se responsabiliza más de los sentimientos que genera en sus padres por el “supuesto error”?
en vez de atender a lo que siente sostenido por sus seres queridos y reflexionar sobre ello sin presión externa alguna?
Lo que ocurre,
no es ni bien ni mal,
simplemente Es,
y con lo que Es,
yo Soy.
De la otra manera,
dejo de ser Yo para ser “alguien”, cualquier personaje víctima, condicionado por el otro.