No existe hostilidad suficiente para sostener fronteras,
sería de idiotas no derribarlas todas.
Lo sé, venimos de una historia de dolor,
de censurar el alma y los cuerpos que la habita,
de corazones congelados,
de úteros reprimidos
y depresivos,
de úteros reprimidos
y depresivos,
temerosos hasta de nosotros mismos,
todo esto y más.
Llevo días de liberación,
no tengo dudas de que el Universo
está conspirando a favor.
Mis ancestros también están
atendiendo al permiso que me doy.
Hago preguntas y las respuestas llegan cuando llegan,
no sin antes encontrarme con verdades que duelen.
Dispongo de fuego suficiente
en el Corazón
para descongelar el amor
que siempre estuvo.
Entregar el cuerpo
a las circunstancias me conviene.
Vuelve la niña hambrienta de Madre,
y Madre Soy yo
para saciar su sed.